Hoy traemos una obra visual, caras deformadas por pantallas luminosas, caras que no vemos en la realidad, que de momento son intangibles, ¿o no? Estar , están ahí y lo único que las hace visibles, es nuestra propia visión.
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Tenemos sobre-alimentación visual, entre otras sobre-alimentaciones. Vemos personas sin parar, por la calle, en las tiendas, desde el coche, caras y más caras que van de un lado a otro con su propio yo dentro, en el cual, pensamos menos.
Vemos caras en la televisión, en Internet, caras conocidas y ultra conocidas, caras que no conocemos pero que se nos van haciendo familiares, caras de personas a las que les ocurren cosas que en principio ni siquiera nos importan.
Vemos caras en las paredes, en las manchas, sobre cualquier superficie, ¡pareidolia!, estímulos vagos y aleatorios que nos hacen interpretar figuras conocidas, que mejor que disfrutarlo no….
burgando 