Transparente, invisible.

¿Qué puedo ofrecer?
¿Qué pueden ofrecerme?
Ausente, inevitable.

Miedo a la nada, miedo a su todo.

Temor de mi persona, tocando fondo.
Superficie helada, dolor.
¿Quién beberá de mi?
¿De qué me alimentaré?

Tejados altos que observo desde abajo.
Sentimientos profundos que cambiaron de barrio.
Trazando aire, respirando con dificultad.
Dibujé un mundo que ya se diluyó,
rompí su recuerdo, se escapa entre las manos.
Me creí fuerte, superior.
Me derrotaron fácil. Descomposición.

Un sol asoma y crees nacer de nuevo,
sólo es un espejismo en el tiempo.
No puedo agarrarme a nada.
Sólo precipicio. Sólo arena.
Nadie me mira con sus ojos,
todos hablan de la luz.

¿Quién me escucha si no tengo voz?
Todos piden una segunda opinión.
Con tu tecnología, tu nuevo ciclo.
Eterno retorno de trastos viejos.
Espinas que curan, verdades que matan.

El corazón lucha contra la memoria,
la memoria contra la razón.
La razón envidia al instinto,
intuyo que moriré corazón,
compréndeme. Recuérdalo.

                                                                                                J.M